lunes, 3 de mayo de 2010

Inspiracion forzada

Hola amigos... despues de un largo tiempo de no su tener una suficiente inspiración redactora, se presenta ante la comunidad internacional una acción un tanto racista que me conducen a encontrar algunas palabras para expresar un pequeño sentir


Xenofobia
Fundación Trascender, A.C
Por Claudia Cristina Quintanilla Sánchez


Esta palabra que a todas luces se aprecia negativa proviene del idioma griego, en el cual el vocablo phobos – fobia significa “miedo” y xenos hace referencia a “extranjero”. Podemos afirmar por lo tanto, que el actual y creciente rechazo, incluso odio a diferentes grupos de personas como son los inmigrantes de cualquier parte del mundo, deriva en mayor grado por temor; miedo a lo diferente, por quienes se sienten afectados en lo que consideran su territorio, espacio y modo de vida.

La xenofobia es una ideología que se manifiesta de maneras diversas. Puede consistir en un rechazo social y cultural, en la creación de leyes o normas que atentan la libertad de los individuos. En casos extremos puede conducir tanto a amenazas, como a daños morales y físicos, que pueden convertirse en asesinatos contra aquellos que son objeto de discriminación. La mayoría de estos actos están basados en prejuicios; ya sea históricos, culturales, religiosos nacionalistas, entre otros, mismos que llevan al xenófobo a justificar la segregación que realiza de estos grupos de personas. El más reciente y aducido de estos prejuicios es el económico, mediante el cual se considera al inmigrante como competencia por los recursos disponibles de una nación.

La patología de la xenofobia, intolerancia a lo contrastante o miedo a lo diferente, (como ésta se quiera entender), es un problema de gran magnitud que se vive en muchas partes del mundo. Por siempre presente en Europa, en fechas recientes sin embargo, se ha extendido aún más rápido y con más graves consecuencias, principalmente en aquellos países de corte tradicionalista, los cuales fomentan una demagogia política bastante agresiva en contra de todo lo que consideran extranjero, fundamentada principalmente en el odio a esas minorías, provocando una gran desigualdad de derechos e imponiendo día con día trabas para convivir en una sociedad cosmopolita.

Es en Europa Occidental donde encontramos algunas de las más severas acciones en contra de los inmigrantes. Se habla incluso del término “Berlusconización” (en referencia a dicho Presidente) ganado a pulso por sus actos de populismo barato, que combinan un sentimiento ultranacionalista con el total rechazo a las personas considerados extranjeras.

España es otro país donde encontramos, que día con día surgen nuevas formas de racismo; en algunas regiones, forzadas por la gran cantidad de inmigrantes en su mayoría provenientes de Pakistan, la  sociedad civil es quien crea e impulsa nuevas formas y métodos de rechazo a todo aquel que no ve igual,  según sus propios criterios carentes de valor, como la apariencia física, las creencias religiosas, el estatus social, las prácticas culturales o el poder económico. Todo lo anterior nos muestra que sigue vivo el oscuro legado europeo de excesos imperiales y coloniales, y su falsa división del mundo en razas superiores e inferiores.

Estas zonas no son las únicas que demuestran acciones de racismo e ideas xenofóbicas, pongamos en tela de juicio lo que está sucediendo aquí en América, específicamente en los Estados Unidos. Con la reciente aprobación de la “Ley de Arizona SB1070”, la gobernadora Jan Brewer crea en dicho estado su propia política de intolerancia a la inmigración, que aún en contra de las disposiciones federales de dicho país establece, que en la región por ella gobernada los agentes tienen la obligación de “detener” a cualquier persona con el fin de verificar sus documentos de identidad, siempre que exista una “sospecha razonable” de que pueda ser indocumentado. Con su aprobación este reglamento esparce y difunde una cultura del miedo y del odio hacia todo tipo de inmigrantes, especialmente de origen latinoamericano.

No cabe duda que en todos estos casos estamos ante la presencia de violaciones extremas a los derechos humanos, y que dicha situación irá en aumento si no somos conscientes de que la demagogia y el engaño político de los gobernantes, así como la intolerancia de la sociedad civil hacia el pluralismo social, no es el rumbo correcto a tomar ante los difíciles procesos de inmigración.

No es óbice señalar, que los gobiernos de los países que son fuente importante de inmigración tienen la obligación de crear espacios y medios de vida, además de trabajos dignos para sus ciudadanos, a fin de evitar los daños que la inmigracion produce, pero tal situación no debe ser pretexto a utilizar para quebrantar los derechos inalienables de cada individuo, independientemente del lugar en el que se encuentre. Los procesos de globalización nos demandan, como parte integrante de la sociedad a la que se pertenezca, aceptar la diversidad, la pluralidad, el modo diferente de ser y de vivir, todo ello para no caer en ideologías extremas como la  xenofobia.

Agradezco a mi siempre amiga Florencia González las fuentes:
http://husek-florencia.blogspot.com/  Vivir en la diversidad. Carta abierta a Europa de un grupo de ciudadanos preocupados

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